¿Qué necesitas para editar tu libro?

Puede que hayas terminado de escribir un manuscrito o estés en ello. Si llevas un tiempo en esto, sabrás qué pasos debes seguir para dar por finalizada tu novela y cuáles te esperan hasta que puedas tocarla, olerla y verla en las librerías. Pero si es la primera vez que das el paso hacia la publicación (normalmente impelido por ese deseo de escribir, de escribir solamente), lo más seguro es que en este punto no tengas muy claro lo que te espera ni cómo abordarlo: lectores cero, informe de lectura, corrección de estilo y ortotipográfica, maquetación, diseño de cubierta, revisión de galeradas, etc. Algunas opcionales, otras imprescindibles, estas son algunas de las tareas que tienes por delante. Pero «vamo a calmarno»…

¡Cielos! ¡Otra autora independiente! ¿Hay algún editor en la sala?

Antes de nada, es conveniente saber qué quieres hacer con tu libro. Hay varias opciones y todas son perfectamente válidas. Las más comunes son: una pequeña edición para compartir con familiares y amigos; autopublicación en Amazon y otras plataformas independientes; o enviar el manuscrito a las editoriales.

La primera opción suele ser modesta y el autor o autora se encarga de casi todo el proceso, tal vez consiguiendo ayuda de algún conocido que le dedique una lectura o le deje el documento de Word apañao. Y puede que no necesite más. Sin embargo, el resultado suele ser pobre, ya que poco aportan las lecturas, revisiones y maquetación de conocidos en la mayoría de los casos, por no mencionar lo inapropiado que resulta hacer en Word (un procesador de textos) el trabajo de maquetación.

«Lo que envías a una editorial ha de estar no solo bien escrito, sino revisado y bien presentado como si llevara el traje de los domingos.»

Creer que una edición de andar por casa va a salir perfecta sin tener esto en cuenta es una equivocación, pero seguir el mismo proceso para las otras opciones es un error grave. Lo que envías a una editorial ha de estar no solo bien escrito, sino revisado y bien presentado como si llevara el traje de los domingos. Y si te decides por la autopublicación, además de lo anterior necesitarás que alguien lleve a cabo las fases de edición de forma profesional para que los lectores tengan en cuenta tu obra. Se pueden encontrar obras autopublicadas de igual (e incluso mayor) calidad que otras obras publicadas por editoriales, pero los autores independientes tienen que cuidar al máximo los detalles para destacar entre un mar de novedades tanto editoriales como independientes.

Aunque Marcelina tiene un libro publicado por una editorial, su amiga Susi vende más en Amazon porque es muy simpática. Marcelina sospecha que Susi no es un avestruz de verdad. Cree que es un ñandú.

A estas alturas quizá te estés preguntando: «Entonces, ¿qué tareas debería encargar?». Empezaré con la autopublicación.

Servicios editoriales para escritores independientes

Lectura profesional

Hagas lo que hagas con tu manuscrito, lo primero que deberías buscar son lectores cero o beta readers. Se encargarán de leer tu texto en una fase temprana (pero cuidada, por favor) para aportar sus puntos de vista e impresiones, pero también para señalar errores de argumento o trama, continuidad, claridad, etc. Pueden darte ideas para mejorar el texto a varios niveles, aunque por lo general harán un trabajo superficial y será conveniente contar con varios lectores y/o contratar una lectura profesional o análisis de lectura.

Como lector profesional, en esta fase realizo un híbrido entre lectura cero e informe de lectura, donde analizo la obra y sus aspectos formales y técnicos como estructura, tramas, personajes, estilo o incluso la visión comercial. Además, señalo en el documento incoherencias, fallos de continuidad, puntos fuertes y otras observaciones que ayuden al autor a mejorar el libro, enfocarlo hacia un público e incluso valorar su viabilidad. Si has contado con buenos lectores cero, puedo enfocarme exclusivamente en el análisis de lectura (lo que muchos llaman informe de lectura, aunque prefiero evitar este término para diferenciarlo de los que realizan las editoriales).

¿Creías que estaría todo perfecto y que no habría que cambiar ni una coma? Ooooh, ¡qué riquiño!

En este punto, y aunque a muchos les parezca obvio, te aviso: aquel que tenga intención de ser escritor va a tener que dejar su ego a un lado y estar abierto a las críticas. Una crítica es un juicio sobre una obra y, como tal, sea positiva o desfavorable, tiende a ser útil («Es una mierda» no es una crítica, es un desprecio. Y si en el peor de los casos fuera verdad, debería expresarse con corrección y acompañada de razones de peso). Eso no significa que haya que tenerlas todas en cuenta, pero sí hay que saber encajarlas. Solo así podemos mejorar y crecer como profesionales. Por lo general soy muy diplomático, pero si tengo algo negativo que comentar, lo comentaré. Y lo razonaré, claro está. No por minar la moral de nadie, sino porque es mi trabajo. Si estás conforme con eso y quieres que valore tu manuscrito, puedes encargarme una lectura profesional de tu obra aquí.

Corrección

«Pasamos años convencidos de que sabemos al dedillo las normas de ortografía, pero la RAE te la va a colar por algún lado tarde o temprano.»

No importa lo bien que escribas, porque de tanto ver tu propio texto vas a perder la objetividad y muchas erratas se vuelven invisibles. Pero están ahí, como ninjas. Además, escribir bien no es sinónimo de escribir con corrección. Así que recomiendo de nuevo darle a tu ego un billete de 5 € y que vaya a comprarse algo al quiosco de la esquina. Porque pasamos años convencidos de que sabemos al dedillo las normas de ortografía, pero la RAE te la va a colar por algún lado tarde o temprano. Seguramente estés al tanto de que se ha eliminado la tilde diacrítica de solo o de los determinantes demostrativos, pero a lo mejor sigues usando esa curiosa tilde en la o entre cifras. También es posible que, de tanto oírlo, llegues a considerar que de motu propio está bien dicho, que en base a es correctísimo o que un uso no leísta te parece loísmo. Por no hablar de los signos ortográficos en diálogos, citas o abreviaturas. ¡Rayos!, ¿sabes que lo adecuado es poner un espacio fino de no separación entre una cifra y un símbolo de euro o de grado? Pues si no eres corrector, no tendrías por qué. Porque para eso estamos. 🙂 (Incluso para saber que lo más correcto es poner el punto antes de ese emoticono, aunque en la intimidad no lo haga… :P).

En cuanto a qué corrección necesitas, te diría que las dos: de estilo y ortotipográfica. Y si tuvieses que quedarte solo con una, al menos la segunda: puedes tener un estilo torpe, pero lo que no se suele perdonar es cuando cometes atrocidades ortográficas. Aunque si tus textos están plagados de errores de este tipo, es más que probable que también pida a gritos una mejora de estilo. Si eres escritor novel, seguro que es el caso.

Cuando te despides con un «Haber si nos vemos».

Después de que tu manuscrito pase por varias manos y vuelva a ti, todavía tendrás que realizar varios cambios. Una vez lo hayas dado por finalizado será el momento de enviarlo a un corrector. Lo mejor es encargar ambas correcciones juntas, no solo porque tu manuscrito quedará mucho más profesional, sino porque saldrá más económico. Como corrector, no es lo mismo trabajar en un texto nuevo que en uno que ya he revisado antes. Eso no significa que vaya a corregirlo todo de una pasada, ya que reviso el texto varias veces. Una vez he revisado la gramática, el vocabulario, las repeticiones, el abuso de elementos empobrecedores del lenguaje y otros vicios (estilo), me aseguro de que no hay faltas de ortografía, de puntuación o erratas; miro con lupa mayúsculas, tildes, espacios y signos ortográficos como rayas de diálogo o puntos suspensivos; unifico el uso de la diacrisis o formatos empleados (ortotipográfica). Si además lo maqueto, tendré en cuenta otros aspectos como la paginación, el control de viudas y huérfanas, el sangrado de los párrafos, etc.

Si quieres encargarme la corrección de tu texto, contacta conmigo aquí. El presupuesto tendrá en cuenta el tipo de corrección y la extensión en número de matrices (usa la herramienta Contar palabras y mira el número de caracteres con espacios). Para afinar, te pediré una muestra que me ayude a valorar si requerirá más intervención o menos.

Maquetación

¿Te acuerdas cuando dije que maquetar en Word es inapropiado? Tal vez te preguntes por qué, si es el programa «para hacer cosas de escribir». Sí, sirve para escribir y tiene herramientas que controlan viudas y huérfanas, sangrías y paginación, pero no es una herramienta de maquetación y, como tal, no tiene capacidad para lograr un buen resultado y ni siquiera es confiable para un resultado pobre. Sin ir más lejos, porque el mismo documento puede verse de forma distinta según lo abras en versiones diferentes del mismo programa. Has invertido horas y horas para que esa línea no se quede viuda al inicio de una página par, pero al abrir el documento en otro ordenador, resulta que esa línea no solo aparece en otra página, sino que ahora se ven los espacios que añadiste a mano entre líneas.

No me hagáis hablar de manejar imágenes en Word…

En cambio, Word es más que suficiente para preparar un libro antes de convertirlo en eBook. Al fin y al cabo, en un libro digital no se tienen en cuenta la mayoría de inconvenientes o normas de la maquetación tradicional y funciona como una página web porque está basado en HTML & CSS.

Para maquetar un libro destinado a imprenta (o a impresión bajo demanda), no obstante, hay que contar con herramientas apropiadas como InDesign. Si sabes manejar el programa, lograrás un archivo mejor preparado que con un procesador de texto. Aun así, de la misma manera que conocer el funcionamiento de la Thermomix® no te hace cocinero, manejar el programa no significa saber maquetar. Hacen falta estudios y años de trabajo para saber qué cuerpo de letra funciona en determinados formatos, qué interletrado es aceptable y cuál no, cuándo aplicar espacios irrompibles, qué tipografías usar juntas, cuáles nunca (Comic Sans), etc.

En serio, no uséis la Comic Sans.

Si no te preocupa demasiado la edición de tu libro porque más que venderlo quieres que te lea gente cercana, esta fase la podrás cubrir con nociones básicas y no necesitarás una maquetación profesional. Se puede hacer perfectamente con Scribus, un programa gratuito de maquetación (Licencia Pública General de GNU). Incluso, a regañadientes, puedes probar con Word o Writer (de OpenOffice y LibreOffice, suites ofimáticas gratuitas) y que salga lo que tenga que salir. Lo importante es exportar al final un documento PDF que se verá igual en todas partes y lo que se ve es lo que se imprime (si está bien hecho). También puedes preguntarme y buscaremos soluciones económicas.

«De la misma manera que conocer el funcionamiento de la Thermomix® no te hace cocinero, manejar InDesign no significa saber maquetar

Pero si quieres subirlo a Amazon para vender mediante print on demand (impresión bajo demanda), deberías dejar tu libro en buenas manos. Contacta conmigo aquí y valoraremos juntos las opciones para que quede un libro con el que los lectores querrán casarse. En este proceso llevo a cabo también algunas correcciones ortotipográficas y podrás revisar la maqueta antes de darlo por terminado.

Diseño de cubierta

Lo que mucha gente llama portada (ojo cuidao, porque en imprenta se llama así a una de las páginas iniciales) no entra en el presupuesto de la maquetación. Este servicio se hace aparte y luego es incorporado a la maqueta en la recta final. Dependiendo de qué libro hayas escrito, necesitarás distintas soluciones. Por ejemplo, si es una novela juvenil de fantasía tradicional, lo mejor es buscar un ilustrador que tenga buen dominio de la figura humana, que sepa pintar armaduras y espadas, criaturas mitológicas y que haga fondos espectaculares. Si es una novela negra adulta, o un ilustrador realista o un fotógrafo que pueda captar el ambiente oscuro y decadente. Una solución económica suele ser rastrear las páginas con fotos de stock o libres de derechos, aunque verás las mismas imágenes en las cubiertas de cien libros distintos. Hay diseñadores/ilustradores que pueden retocar las fotos para adaptarlas a tu libro y lograr así una buena diferencia con el resto. Hagas lo que hagas, asegúrate de que el resultado va a ser llamativo y profesional, porque la gente dice que no hay que juzgar un libro por su portada, pero lo hace. Y es una de las principales características que llevan a los lectores a comprar un libro.

Recuerda: llamativo Y profesional. A menos que tu rollo sea precisamente la chunguez.

Lo más habitual es que el mismo profesional que te proporciona la imagen para la cubierta se encargue además de diseñarla. Esto es, básicamente, agregar el título y tu nombre o seudónimo. Puede parecer una tontería, pero la elección de la tipografía, diseñarla ex profeso, aplicarle efectos y ubicarlo todo no es tan fácil como parece. Al menos hacerlo BIEN. La cubierta que he puesto arriba no solo es horrible por ese collage atroz.

Como diseñador/ilustrador hago ilustraciones, fotomontajes y diseño cubiertas, pero mi estilo no tiene por qué adecuarse a tus necesidades, y aquí es importante que dediques tiempo a encontrar el profesional más adecuado. Estos son ejemplos de lo que yo hago:

Si tu princesa está en otro castillo, tengo en Twitter una lista con algunas de las mejores portadistas (mujeres por goleada). Pinchad en «Miembros». Suelen tener un enlace al portafolio en su perfil donde podréis echar un vistazo y maravillaros con lo que hacen. Si mi estilo te convence para tu libro, ya sabes que puedes contactarme aquí. ^_^

Pues básicamente esto es lo que necesitas. Por supuesto, después vendrían tareas de promoción, redes sociales, blog y demás, pero para eso hay profesionales que podrán ayudarte mejor. Yo seguiré hablándote de la edición y los procesos a través de los cuales se mueven los libros antes de cobrar forma. Y ahora…

Servicios editoriales antes de enviar a editoriales

De lo dicho anteriormente, te recomiendo encarecidamente que busques lectores cero. Además, invertir en un análisis de lectura te puede ayudar no solo a preparar un buen manuscrito, sino también a orientar tu búsqueda de público objetivo y editoriales.

La corrección es también una buena inversión por dos motivos: aunque la editorial suele realizar su propia corrección sobre las obras, primero tienen que seleccionar tu manuscrito… y los errores se pagan; por otro lado, cada vez es más frecuente leer libros en los que las editoriales no han invertido suficientes recursos en este sentido y encontramos numerosas erratas. Si eres un escritor novel, la corrección de estilo es más importante aún si quieres enviar el manuscrito a una editorial, ya que empiezas con la desventaja de ser primerizo y, muy probablemente, desconocido. ¿Es imprescindible contratar una corrección? No, pero si quieres que una editorial se fije en ti, será más fácil con un texto correcto. Claro que también pueden fijarse en ti si no aciertas ni una tilde, pero no es lo que buscas.

Como anécdota, hace unos meses me pidieron una corrección enfocada sobre todo en las comas. Ah, las comas, esas pequeñas hijas de… Bueno, pues era para un manuscrito que iba a publicarse este año, pero la autora confió en mí antes que en la corrección que fuera a pasar la editorial. Y yo que, por un lado, me alegro. No os voy a engañar. 🙂

En cuanto a maquetación y diseño de cubierta, olvidaos de esto por completo. Esto sí que es trabajo de la editorial en su totalidad (aunque cuenten con vosotros, que no tiene por qué) y no sirve de nada que lo hagáis vosotros. Aunque si os apetece hacer un dibujo o poner una foto para acompañar el manuscrito, ¡adelante! Y claro que hay que entregar el manuscrito bien presentado (incluso algunas editoriales piden que sea con Times New Roman de cuerpo 12, interlineado de 1,5 y justificado, por ejemplo), pero no malgastéis recursos en esto. Es preferible hacerlo en la preparación de la propuesta editorial.

—No, no, no. Dibuja los robores con motosierras y machinguns. Fua, esta portada se la ponen seguro los de la editorial. ¡Pero pinta más sangre, Manuela!
—No me queda rojo, papá.
—Pues echa fucsia. ¡Qué poco proactiva eres, chica!
—Papá, hoy también he tenido pesadillas…
Propuesta editorial

Si creías que bastaba con enviar el manuscrito a quemarropa a las editoriales, vuelve a la tercera foto de esta entrada. Aunque parezca obvio, antes de enviar nada tienes que saber a qué editoriales les puede interesar tu obra, leer sus directrices (si aceptan manuscritos, de qué tipo y cómo los quieren) y preparar una propuesta editorial. Y una carta de presentación, claro.

Pero vamos a la propuesta. Voy a atajar: no existe un modelo de propuesta editorial único y efectivo al 100 %. Lo que le interesa a un editor no tiene por qué ser lo mismo que a otro. Unos querrán que incluyas un resumen argumental destripando todo lo que ocurre y otros no. Sí hay ciertos elementos imprescindibles en toda propuesta editorial, como la sinopsis y tu biografía. También son relevantes tus notas sobre los personajes, el público objetivo, títulos similares, por qué merece la pena publicar tu libro, etc.

«Antes de enviar nada, tienes que saber a qué editoriales les puede interesar tu obra, leer sus directrices y preparar una propuesta editorial

No voy a decir aquí cómo hacer una propuesta editorial, no quiero extenderme más. Y aunque puedes consultarme para hacerla o revisarla, es un trabajo que recomiendo que hagas tú. Sobre todo porque eres una de las mejores personas que encontrarás para hablar de tu obra, y más si te dedicas a la escritura. Claro que hablar de tu obra suele ser muy difícil, pero no hay nadie más familiarizado con las tramas y los personajes. Además, deberías contar con los aportes de tus lectores cero, ya que ellos te habrán dado nuevas perspectivas y lo habrán relacionado con otros libros o autores. Además, la propuesta editorial no necesita maquetación profesional y se puede enviar en un documento de Word.

Aun así, yo recomiendo una propuesta editorial elegante o atractiva, bien maquetada en PDF, que demuestre que apuestas por tu obra. Busca imágenes que puedan servir para presentar tus personajes y aprovecha los recursos que puedas. Presta atención a los detalles y revisa bien tu texto. Yo no solo corrijo novelas; también me encargo de relatos y textos cortos. Si quieres que te ayude a presentar una propuesta editorial potente, o si tienes alguna duda en general, ya sabes dónde contactarme…: aquí.

Una muestra de mi última propuesta editorial.

Estoy seguro de que ya te haces una idea de lo que tienes por delante. Ahora, ¡pasito a pasito y buena letra! Como habrás podido ver, un manuscrito pasa por un montón de procesos hasta que llega a tus manos y lo disfrutas en tu sillón favorito. ¿Verdad que los libros pueden tener una vida y una historia interesantísimas no solo después de comprarlos, sino también antes?


Muchas veces mi trabajo consiste en asesoramiento, una consulta rápida o ayuda con cuestiones bastante aleatorias. Me gusta echar una mano y mientras tenga la posibilidad, lo haré con gusto. Si algo de lo que escribo o hago te resulta útil, y si te lo puedes permitir, aprecio mucho que me inviten a un café:

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