Historia y fantasía

Lo primero que aprendí cuando empecé a escribir novela, es que tu historia es como un iceberg. El lector solo ve la punta, que consiste en una octava parte de lo que el autor ha creado y que permanece sumergido.

Iceberg

Y cuando esto no es así, un libro no ofrece la consistencia que el lector espera. Siguiendo la analogía, basta decir que cuando un iceberg se funde por debajo de la línea de flotación, al final el peso de la parte superior termina por volcarlo, ofreciendo una parte redondeada, lamida por las aguas. Así que si no quieres que tu novela quede como el culo lamido por las aguas, Sigue leyendo